Ya hemos contado que la temperatura de servicio de un vino es muy importante, pero otro factor que ayuda a sacar todas las características de un buen vino es la copa que se ha de utilizar. No se suele prestar mucha atención a este factor, pero una incorrecta elección puede influir negativamente en la percepción de los diferentes vinos.

Es por ello, que desde Cuevas Santoyo, queremos que conozcan unas reglas básicas para disfrutar del vino que queramos degustar y así sorprender a vuestros invitados/as:

• Las curvas de las copas, han de estar situadas en los lugares correctos, me explico, para ayudar al vino a airearse y así conseguir que se desarrolle todo su aroma, el fondo de las copas han de ser redondeados. De igual modo, la curvatura cónica hacia el interior en la parte superior de la copa es igual de importante, ya que evitamos que se escape la esencia del vino.
• Con el fin de no calentar el vino con nuestras manos, debemos asegurarnos de que las copas tienen un talle lo suficientemente largo como para que no podamos tocar el cáliz con las manos.
• Para poder apreciar la calidad y brillante del vino, es importante que el cristal sea transparente y liso para no inducirnos a error.
• Existen unas medidas estandarizadas de copas, fueron establecidas por ISO (International Standard Organization), estas medidas son 5 cm de alto, 10 cm de fondo y 6,5 cm de ancho.

 Una vez que hemos conocido como ha de ser una copa, conozcamos la copa adecuada para cada tipo de vino:

• Para un vino con crianza, se recomienda una copa con boca ancha y fondo pequeño. 
• Al contrario que los crianzas, para los vinos jóvenes, se recomienda una copa con boca más cerrada y un fondo más grande.
• En vinos blancos y tintos, no existen grandes diferencias en el uso de las copas, pudiendo usar la misma para ambos vinos, sin embargo se recomienda que para los vinos tintos se use una copa algo más grande, ya que es un vino de sabor más fuerte y puede que necesite moverse para hacer que respire el vino.
• Por último y no menos importante, los Cueva, es decir los vinos espumosos de Castilla la Mancha, y nos referimos en este caso a Cuevas Santoyo y Gotas de Plata, han de ser servidos en copas de flautas o “Fluté”, siendo estas altas, delgadas, con un fondo pequeño y cónicas en la parte superior, de este modo podremos observar el recorrido de la burbuja desde el fondo de la copa hasta realizar esa magnífica corona, también conseguimos que el vino no pierda su efervescencia y los aromas se aposenten.